Muy contrario a lo que siempre se ha creído, tomar Vitamina C no va a protegerlo contra la gripe y el resfriado pero si aporta una serie de beneficios en lo que a salud se refiere. Este mito tiene su origen en los años 70 gracias a un libro que llevaba el nombre de “La Vitamina C y el resfriado común” en el que se sugería que las altas dosis de esta sustancia evitaban la bronquitis, alergia, fiebre, neumonía y resfriados.
Numerosos estudios se han realizado desde entonces y no ha podido confirmarse que la vitamina en cuestión tenga verdaderamente esas facultades o propiedades en lo que tiene que ver con los virus de gripe o resfriados. Sin embargo, si se ha demostrado que en deportistas y atletas puede disminuir hasta en un 50% el riesgo de catarro o constipación.
Importancia de la Vitamina C para la salud y bienestar
La Vitamina C o ácido ascórbico es un nutriente hidrosoluble que puede conseguirse de forma natural en varios grupos de alimentos. En nuestro organismo actúa como un antioxidante como el ácido ascórbico tabletas y brinda protección a las células contra la acción de los radicales libres que son compuestos que se forman a consecuencia del proceso mediante el cual nuestro cuerpo transforma los alimentos que se consumen en energía. Los radicales libres también se encuentran en el ambiente a causa de la presencia del humo del cigarrillo, la contaminación o radiación solar utltravioleta.
A pesar de que no sea ciertamente efectiva para disminuir los riesgos de padecer de gripe o resfriados comunes, se puede considerar que el consumo de la vitamina C o ácido ascórbico es saludable por otros motivos ya que ha podido comprobarse que su consumo actúa sobre la respuesta de la glándula adrenal al estrés, reduciendo los niveles de cortisol en sangre, que es la hormona que se produce en situaciones de peligro y emergencia.
Cabe mencionar que cuando existe una producción crónica y reiterada del cortisol, bajan las defensas de nuestro organismo y nos vemos expuestos a todo tipo de afecciones y enfermedades. Esto hace suponer que por razones fisiológicas y biológicas, para mantenernos sanos y en bienestar, se requieren de mayores dosis de esta vitamina para defendernos de un entorno cambiante y estresante.
Aunque se tiene la creencia generalizada de que la naranja es la fruta con más alto contenido de vitamina C, la verdad es que tanto la fresa, como los mangos, pimientos picantes y rojos, la superan ampliamente.