La mano de Fátima es un amuleto que comenzó a popularizarse en el último tiempo en Occidente. Se la puede encontrar en colgantes, pulseras o tatuajes al considerarla como un símbolo de protección antes las desgracias y en particular a su uso tradicional como un método para evitar el mal de ojo.
En cuanto al uso de la mano de Fátima o Jamsa, las mujeres musulmanas la han llevado desde el Medioevo, atribuyéndole los poderes ya mencionados.
Tres leyendas sobre el origen de la mano de Fátima o Jamsa
Hay tres historias relevantes que se relatan en torno a este amuleto:
- Quienes eran discípulos de Mahoma se encontraban molestos por la eliminación de los símbolos religiosos. La decisión de Mahoma fue meter la punta de sus dedos en tinta y plasmar su mano en papel.
- Al terminar la guerra de El Bedr Hanin quienes seguían a Mahoma le confiaron a Fátima, su hija, la búsqueda de un nuevo símbolo que los identificara. Para ello Fátima untó su mano en la sangre de uno de los heridos y la estampó en su velo.
- Ildefonso Falcones popularizó esta leyenda en su libro La mano de fatima. En él cuenta que Fátima preparaba la cena pero él llego con una concubina. Ella se irritó y llevó su mano hasta la pasta hirviendo que preparaba, por su tristeza no sintió dolor.