Es bien sabido que las mujeres embarazadas deben recibir la menor cantidad posible de medicamentos de manera que se eviten riesgos de complicaciones que puedan alterar o afectar el crecimiento y desarrollo del feto. Cuando aparece la acidez o pirosis deben elegirse y preferirse los antiácidos absorbibles más suaves e inocuos presentes en fármacos como omeprazol, esomeprazol y lansoprazol que según se ha evidenciado en estudios recientes, no producen efecto alguno en el feto y bloquean la producción de ácido.
Los medicamentos mencionados pueden ser suministrados a mujeres embarazadas a partir del segundo o tercer mes de gestación. La gran mayoría de las embarazadas sufren de acidez durante todo el período de gestación.
Lo más importante es atender y tratar a tiempo la pirosis, evitando de esta manera que el esófago se inflame a causa de la sobre exposición al ácido que además podría desencadenar el padecimiento de una esofagitis. Otros agravantes de la acidez son las características histológicas especiales del esófago de barret que colaboran con la producción de ácido y requieren de control endoscópico y eventualmente de cirugía correctiva.
¿Cómo prevenir la aparición de la acidez en el embarazo?
La verdad es que hasta la fecha no se ha encontrado una fórmula absolutamente efectiva para evitar la acidez o pirosis, pero los especialistas se esfuerzan por aliviar sus síntomas y contrarrestar el dolor y los daños que produce el ácido estomacal.