Para conseguir esa anhelada armonía, el alma y el cuerpo deben ser cuidados y nutridos de forma equilibrada pues si uno de los dos presenta grietas absolutamente todo se verá afectado. Sin embargo la preocupación principal parece haberse encasillado en el aspecto físico y es así como la espiritualidad cada vez encuentra mayores tropiezos para ser vivida de manera saludable.
Desde la dimensión religiosa nada mejor para empezar a alimentar el espíritu que acudir a las diferentes gracias que representan los dones del espiritu santo ya que sin duda han sido concebidos para sustentar la vida moral y la relación tanto entre los hombres como con el ser supremo.
Formas de nutrir el alma
- Reconocer un creador y acercarse mediante la oración. Cualquiera que sea tu religión o credo será una gran vía para fortalecer el camino espiritual, pues no hay nada tan puro como la fe y la esperanza. Tomarse un tiempo para reflexionar a través de la oración al igual que leer y prepararse en estas verdades es algo que siempre debe estar presente.
- Ejercer labores altruistas. Interesarse en aquellas causas sociales que a partir de trabajo y esfuerzo buscan lograr un mundo mejor es un acto que se traduce en crecimiento personal y en empatizar con los menos favorecidos.
- Poner distancia a la gente tóxica. Cuando identifiques a personas con comportamientos orientados a la crítica, el abuso y la burla entre otras cosas, trata de no contaminarte con su visión del mundo.
- La calma siempre debe acompañarte. Trabaja internamente para que la serenidad sea una constante en tu vida, de esta manera podrás manejar las situaciones laborales, sentimentales y educativas con mesura y con una comunicación pertinente.
- Ser amoroso y perdonar. Tratar bien a todas las personas equivale a usar palabras y acciones enfocadas en la buena energía y en el respeto. Asimismo la decisión de perdonar se establece como el mejor regalo que puedes darte para no ir por la vida colmado de rencores, odios y demás sentimientos negativos.
- Elige actividades alegres. Permítete disfrutar cada momento de tu existencia, esto puedes hacerlo acudiendo a actividades que sepas van a generar satisfacción y un buen estado de ánimo. La música, la lectura, los planes al aire libre y compartir con los seres queridos son tan solo algunas de las cosas que alegran el espíritu y que se encargan de fortalecer nuestro interior casi que sin darnos cuenta.