Aunque no se había podido confirmar bajo el sesgo del método científico, desde hace varias décadas múltiples científicos se cuestionaban sobre la posibilidad de que existiese una continente desconocido en las profundidades del mar. Con el pasar de los años y la evolución de los alcances científicos, el descubrimiento de Gran Adria se materializó, dejando en evidencia una realidad no sólo curiosa, sino revolucionaria para la geología.
La existencia de este continente no fue algo que ocurrió de la noche a la mañana, sino que implicó investigaciones desde hace décadas. El origen de estas fueron las señales tectónicas arrojadas bajo el suelo europeo, las cuales sugerían que en las profundidades del mar podría haber algo que desafiaba la imaginación.
El descubrimiento de Gran Adria
Ahora bien, la existencia de este continente pudo confirmarse hoy día. Y puede ser visualizada de primera mano en el sur de Europa, específicamente en las cadenas montañosas de la zona, donde están ubicados los restos de lo que en el pasado fue un continente del tamaño de la actual Groenlandia.
Este conocimiento ha sido objeto de asombro por una parte importante de la comunidad científica, dado que como ha quedado en evidencia, el descubrimiento de Gran Adria pone en entredicho todo lo que se conocía sobre la formación geológica de los continentes.
Teoría
De acuerdo a la teoría científica, Gran Adria formó parte del supercontinente Gondwara hace 240 millones de años, pero se separó y posteriormente chocó con Europa.