Aunque no se tiene conocimiento total sobre su mecanismo de acción, el metamizol es un medicamento de amplio uso reconocido por sus tres líneas de acción, ya que es analgésico, antinflamatorio y antipirético. Haciendo la salvedad, de que, a nivel comercial, este fármaco dispone de nombres diferentes que varían de país a país, tal y como es el caso de dipirona y nolotil, es importante conocer la mayor cantidad de detalles asociados para poder procurar un uso responsable de esta alternativa.
Considerando que se trata de una alternativa económica que incluso puede conseguirse sin receta médica, tal y como se muestra en https://www.clorurodesodio.org/metamizol-sodico/ el metamizol sódico se encuentra disponible en un buen listado de presentaciones que contempla, desde tabletas, comprimidos, jarabes, supositorios y soluciones inyectables.
El metamizol y sus usos
De acuerdo a su estructura química, el metamizol sódico es un fármaco que corresponde al grupo de los pirazolónicos, por lo tanto, hace parte de aquellas drogas que son capaces de controlar la inflamación, el dolor y la temperatura. Dado que su principio activo puede ser sódico o magnésico, esto en ningún momento interfiere para que cualquiera de sus versiones se ocupe de inhibir la síntesis de prostaglandinas, un conjunto de sustancias lípidas que actúan en las células de origen y en las adyacentes.
En cuanto a los usos del metamizol, su indicación principal se concentra en el manejo del dolor, de ahí que se emplee tanto para los dolores postoperatorios como los que se dan por traumatismos, los de tipo odontológico, tumoral y cefaleas. Para cólicos, inflamaciones y fiebres, también puede recetarse este medicamento, eso sí, sin perder de vista que solamente se estará tratando el síntoma y no la causa de la enfermedad.
Contraindicaciones del Metamizol
Debido a que el uso de un medicamento afecta a las personas, algunas veces de maneras distintas en función de sus características, se ha determinado que lo mejor es evitar el consumo de metamizol cuando el paciente presenta asma de cualquier tipo, problemas de médula ósea y dificultades renales y hepáticas.
Las mujeres en estado de embarazo o en la etapa de la lactancia, deben abstenerse, lo mismo que los pequeños menores de 3 meses y los que se encuentran por debajo de los cinco kilos de peso. Una dosis muy elevada puede alterar el estado de alerta, de manera que se recomienda prudencia al momento de conducir o tener que maniobrar maquinaria pesada.