Entre los dioses olmecas más destacados están:
El jaguar.
Se trata de una de las figuras más importantes de la mitología olmeca y muchos lo identifica como su Dios principal. Conocido también como nahual y estrechamente relacionado con algunos hombres, al punto de creer que si moría ellos también lo harían. Era el Chamán del mundo animal y una especie de alter ego del chamán olmeca.
Dentro de la cultura olmeca el jaguar fue una deidad de lluvia y fertilidad. Era el animal más temido y poderoso de todos y en su honor se realizaban innumerables sacrificios de sangre. Para mayor información puedes visitar: https://www.cultura10.org/olmeca/
2. El Dragón.
Monstruo de la tierra, tenía cejas de fuego, nariz abultada y lengua bífida. Al verlo de frente sus ojos eran huecos y de perfil tenían forma de L. Posee unos prominentes colmillos que muchas veces son representados en forma de letra U al revés y junto con el Monstruo ave es una de las deidades más representadas de esta cultura.
3. Dios del maíz.
El maíz fue considerado el alimento más importante para esta cultura y su papel en el desarrollo social y cultural de Mesoamérica fue trascendental. La divinidad olmeca llamada Homxuk que en griego significa nuevo surgimiento fue uno de los grandes aliados de la humanidad.
Hijo del sol y persiguió que la raza humana alcanzara la inmortalidad. Gráficamente se le representaba en forma de efigie ovalada y alargada que asemeja una mazorca con un rostro en el centro.
4. Espíritu de la lluvia.
El fenómeno de la lluvia fue un motivo constante en las representaciones de la mitología mesoamericana y solía relacionársele con el género masculino, ocasionalmente acompañado de un cónyuge con quien controlaba las precipitaciones.
Se le representaba como una persona de poca estatura prácticamente enana o con un niño y en algunos códices se le puede representar como un ser poderoso, comandante de un ejército de asistentes.
5. Hombre – jaguar.
Además de ser una divinidad también se le conoce como un motivo Olmeca y se trata de una figura que aparece en muchas de las representaciones gráficas de esta cultura mesoamericana. Clásicamente posee ojos rasgados, boca abierta en las comisuras hacia abajo y una muy prominente cabeza.
Se le puede apreciar en sinfín de restos arqueológicos y de acuerdo a variadas interpretaciones de códices olmecas, su origen pudo deberse a la relación sexual entre una mujer y un jaguar.