Debido a que consideramos al helado como un delicioso postre que por lo mismo es poco saludable, la idea de incluir helado de vainilla en el menú de la primera comida del día pareciera ser un consejo casi que descabellado, sin embargo, en esta ocasión revisaremos algunas de las razones por las cuales puede ser una alternativa viable a tener en cuenta cuando se trata de hacer lo necesario para cuidar a pleno de la salud.
Si partimos de la consideración de la vainilla como una especia proveniente de la familia de las orquídeas con maravillosas bondades que van más allá de simplemente saborizar las comidas, pues lo cierto es que es un excelente estimulante natural que adicionalmente dispone de virtudes analgésicas y antibacterianas, seguramente esta sugerencia tomará poco a poco una mayor importancia.
¿Desayunar con helado de vainilla?
Con un dulce sabor y aroma delicado, una porción de este helado en la mañana significa entre otras cosas incrementar la capacidad con la que el cerebro procesa la información, mejorar los tiempos de concentración y garantizar buenos aportes de calcio y proteínas.
Si bien este comestible incorpora calorías, estas no son vacías así que siempre y cuando se lleve una dieta complementaria equilibrada no existirá problema alguno. El efecto vigorizante de este sabor de helado es por supuesto muy bien apreciado a esta hora del día que es justamente cuando más nos cuesta enfocarnos y combatir la apatía; bastante favorecedores de la buena digestión, suelen ser incluidos en planes para perder peso siempre y cuando se trata de versiones artesanales o naturales que son las que menos grasas aportan.
El efecto vigorizante de la vainilla y el helado
Tanto el consumo de la vainilla como el acceso a su aroma, se consolidan como excelentes alternativas para subir el ánimo, de ahí que se recomiende como antidepresivo natural. En cuanto a los efectos del helado en el cuerpo, la composición de este producto lácteo permite que sea una buena fuente de aminoácidos esenciales, vitaminas y otras sustancias que se enfocan hacia la recuperación de la energía muscular.
Así pues, apostando a la propuesta de que los helados no son solo para el verano o para la tarde, consumirlos en una medida justa realmente puede significar una buena cantidad de beneficios que también pueden disfrutar las personas con restricciones al momento de consumir azúcar pues existen versiones light o cero azúcar que se acomodan bastante bien.