Manchas, uso demasiado frecuente e inadecuados lavados anteriores son tan solo algunos de los factores que influyen para que blanquear la ropa blanca se convierta en una necesidad de primera mano dentro del hogar, y es que lo delicado de esta tonalidad implica un manejo particular para sostener al máximo la calidad de las prendas, bien sean de vestir o de cama.
Si bien goza de opiniones a favor y en contra, el hipoclorito de sodio comercializado con el nombre de cloro, agua de javel, lejía, clorox o simplemente blanqueador, puede ser de gran ayuda para este objetivo, esto siempre y cuando se utilice de la manera correcta ya que son los excesos los que justamente pueden deteriorar la ropa y provocar opiniones negativas.
La forma correcta de blanquear la ropa con cloro
Hablaremos entonces de la forma más segura de lavar la ropa blanca y garantizar que no se ponga amarillenta y para ello el cloro es una excelente alternativa. Lo primero será entonces separarla de la de color para evitar que se pueda teñir y arruinarse, si vas a utilizar la lavadora, entonces la cantidad ideal de cloro para una carga normal de ropa, serán ¾ de taza, lo que equivale a 175 ml, siempre y cuando el tipo de tela lo permita lo mejor será usar agua caliente y una pequeña cantidad de detergente.
Si se prefiere efectuar el lavado a mano, es buena idea empezar por dejar en remojo las prendas en agua con detergente y enjuagar; aparte, vierte en un recipiente ½ taza de cloro y 4 litros de agua tibia o caliente y deje que la ropa remoje allí al menos por unos 15 minutos, el enjuague debe llevarse a cabo con agua fría.
Advertencias a la hora de manipular cloro
No es una buena idea emplear cloro en absolutamente todos los lavados que se realicen a las prendas ya que, al ser un compuesto químico fuerte, este tiende a debilitar las fibras rápidamente, se debe dejar como una medida ocasional.
La recomendación más relevante es la de evitar mezclar el cloro con otros químicos tal y como es el caso del amoniaco, pues lo cierto es que esta combinación y otras por el estilo causan el desprendimiento de vapores que son bastante nocivos para la salud. Tejidos como lana, seda, spandex o cuero nunca deben ser lavados con cloro y como medida de seguridad, este químico debe ser manipulado en espacios ventilados.