El Bad Painting es una corriente artística que tuvo su origen a final de la década de 1970, es una tendencia de pintura figurativa de origen norteamericano que mostraba un rechazo por los estilos de pintura reciente, es decir, que sus manifestaciones artísticas no están relacionadas por ningún motivo con la incompetencia en la aplicación de la técnica, la falta de juicio estético o el desconocimiento del arte.
Muchas de las representaciones del Bad Painting tienen un carácter humorístico e irónico y a la vez son una mezcla de la visión personal de la realidad. Lo artistas que pertenecían a esta corriente artística combinaron recursos que no eran artísticos con fuentes tradicionales de la historia del arte, la mayor parte de las obras eran realizadas en lona o telas si eran pinturas al óleo, pero también se usaron soportes de madera cuando utilizaban materiales sólidos.
Algunos artistas del Bad Painting llegaron a utilizar materiales heteróclitos, como fragmentos de cerámica, en sus obras abordaron temáticas cotidianas, triviales e incluso académicas, todas sus composiciones destacaban por su descentramiento, por las disonancias cromáticas marcadas, por la supresión de puntos de anclaje visual y por una ejecución que podía percibirse como poco trabajada, realizada en forma apresurada y sin calidad.
Los artistas más representativos del Bad Painting fueron los trece que participaron en la primera exposición, pero existen otras figuras que crearon obras basándose en esta corriente artística como:
- Neil Jenney.
- Eduardo Carrillo.
- Julián Schnabel.
- Shari Urquhart.
- Earl Staley.
- James Albertson.
- Judith Linhares.
- Joseph Hilton.
- Jean-Michel Basquiat.
- Stephen Buckley.
- Charles Garabedian.