Aquella tradicional afirmación en la que se asegura que «familia que reza unida se mantiene unida» es de gran ayuda para dar inicio al tema que nos ocupa en esta oportunidad, pues lo cierto es no existe otra actividad tan meritoria y profunda que traiga consigo tantos dones como la oración y estos por supuesto se potencian cuando esta acción se lleva a cabo en el marco del amor que suele hacer parte de un hogar.
Ciertamente, la importancia de orar en familia radica en el hecho de ser un hábito que además de fortalecer la fe favorece la armonía y la confianza, a esto debemos sumar que corresponde a la posibilidad de estrechar lazos entre los miembros y por supuesto con Dios.
Grandes beneficios de orar en familia
Tanto desde el área de la psicología como de la teología son muchas las investigaciones que se hacen sobre este tema arrojando todo tipo de factores positivos como resultado de esta clase de iniciativas. Es así como poco a poco han podido establecerse una serie de ventajas sobre las que a continuación vamos a hablar.
- Bienestar emocional: bien sea que se trate de hacer la oracion de la noche en conjunto o cualquier otra, la estabilidad que se desprender de esta costumbre se convierte en el elemento clave para crear un ambiente lleno de esperanza y lo suficientemente cercano para prevenir cualquier tipo de deterioro de la salud mental.
- Paz y amor: tal y como lo ha expresado la Virgen María en uno de sus mensajes, «donde no se ora no hay paz ni amor» y considerando que para que una familia funcione estos son puntos claves la oración definitivamente es imprescindible.
- Dios siempre estará en primer lugar: todo lo que suceda en casa mientras esté orientado y meditado en los designios del creador será positivo y de gran provecho, adicionalmente los creyentes poco a poco empezarán a escuchar con el corazón sus mensajes.
- Vivir en la verdad: para los padres especialmente es fundamental reconocer las falsedades para orientar y corregir, por consiguiente cuando se reza en unión cada quien se va situando y modificando sus errores.
- Aprender a dar testimonio: al compartir la oración en familia el misterio de la fe se renueva una y otra vez al punto tal de poder empezar a compartirlo con los semejantes. Esto abre la puerta para la misión evangelizadora tan propia del verdadero cristiano.